miércoles, 2 de junio de 2010

Mi ARGENTINA del Bicentenario:

Esta Argentina que a muchos asombró, es la verdadera. Alejados de las trifulcas avergonzantes de la clase política (ya sea oficial o no), los habitantes de esta gran nación dieron el verdadero escenario de regocijo y festejos a doscientos años de la histórica Revolución de mayo.
 Un sentimiento de hermandad, en todos los rincones del país, se apoderó del pueblo que salió a compartir la calle para festejar su identificación con los próceres de mayo de 1810.
 Muchas veces nos habíamos preguntado si el hecho de ser un pueblo crisol de nacionalidades de todo el mundo, nos había quitado la posibilidad de sentir este suelo como una NACION. Yo guardaba un dejo de ilusión, que se confirmó con los cinco días de festejos.
El pueblo argentino existe, no es una mera construcción subjetiva y no lo han podido destruir. Las guerras por la supremacía de poder en el 1800, los intentos de despotismo o tiranías con los desaparecidos de las atroces dictaduras del siglo pasado, o la cruenta e innecesaria guerra de o por Malvinas y las actuales vergonzosas luchas políticas en el  Congreso, HAN SIDO VIVIDAS Y SUPERADAS POR EL SENTIMIENTO DE ARGENTINIDAD DE HOMBRES Y MUJERES, “CIUDADANOS SOBERANOS” .
Esto último debe ser tenido en cuenta para las próximas estrategias políticas de la clase dirigente nacional.
La GENTE NECESITA VIVIR EN PAZ.
Es en paz cuando se construye, cuando se trabaja mejor.
Ahora hay que trabajar señores legisladores, señores funcionarios, por el bienestar de los que los han elegidos.
Porque falta mucho por hacer, falta trabajo, falta seguridad, más educación y salud para todos.
Sostengamos entre todos la democracia por la que transitamos, para que esta nueva etapa sea llamada la de la recuperación de la dignidad, de la igualdad de derechos.
Así podremos decir   

                                 Libertad, libertad,
                         Ved en trono, a la noble IGUALDAD…        

 
 Salud queridos hermanos argentinos!!