La horrenda
historia de los hechos sucedidos con el accidente ferroviario de Once, deja al
descubierto la INFAMIA,
de un gobierno CORRUPTO.
Ante el
dolor de tantos familiares, correspondía la presencia de la señora presidenta,
haciéndose cargo del desgobierno en el funcionamiento, que llevó al desenlace
tan fatal. Pero no, al contrario, siguen cubriéndose la espaldada los
kirchneristas, como un frente de batalla.
Espero que
el pueblo no olvide, para que no se repita la historia de esta Argentina en
decadencia.
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